Tarta al Whisky, una versión renovada de un clásico de los postres españoles, muy vintage. Aunque la publique a estas alturas la hice para postre en Nochebuena, y la verdad es que nos gustó mucho. Decidí hacerla en vasitos por que me parece mas práctico y decidí ponerle un poco de gelatina a la crema para que no fuera necesaria la congelación, pero esto es modificable y yo pienso hacerla en verano congelada, que es su esencia.
INGREDIENTES
Para el bizcocho de soletilla
Puedes usar bizcochos de soletilla comprados si no quieres hacer el bizcocho
3 huevos
90 g de azúcar
75 g de harina
pizca de sal
cucharadita de levadura
Para el almíbar que remojará el bizcocho:
100ml de agua
50g de azúcar
60 ml de whisky
Para la crema:
150g de leche condensada
150g de queso crema tipo philadelphia
250 ml de nata para montar que esté bien fría
4 hojas de gelatina remojadas
vainilla
chorro de whisky
Para la cobertura de yema
4 yemas de huevo
mismo peso de las yemas de agua y de azúcar
1 hoja de gelatina
ELABORACIÓN
Comenzamos haciendo el bizcocho si has decidido hacerlo.
Para ello separamos las claras de la yemas, montamos las claras a punto de nieve firmes y las yemas con el azúcar hasta que blanquean. Encender el horno a 180 grados. Añadir con un colador la harina mezclada con la levadura y la pizca de sal, mezclar con suaves movimientos envolventes.
Forrar la bandeja del horno con papel sulfurizado y extender cuidadosamente la masa, dar golpecitos a la bandeja y tratar de que quede uniforme. En unos diez minutos estará hecho, puedes tocar, como es tan fino se cocina rápidamente y no hace falta pincharlo, con el dedo se nota si está hecho. sacar del horno y retirar también de la bandeja por que puede quemarse con el calor residual. Dejar enfriar y cortar discos del tamaño del recipiente que vamos a utilizar, puedes usar el mismo vasito para cortarlos.
Forrar la bandeja del horno con papel sulfurizado y extender cuidadosamente la masa, dar golpecitos a la bandeja y tratar de que quede uniforme. En unos diez minutos estará hecho, puedes tocar, como es tan fino se cocina rápidamente y no hace falta pincharlo, con el dedo se nota si está hecho. sacar del horno y retirar también de la bandeja por que puede quemarse con el calor residual. Dejar enfriar y cortar discos del tamaño del recipiente que vamos a utilizar, puedes usar el mismo vasito para cortarlos.
Para hacer el almíbar mezclar los ingredientes y dejar hervir a fuego medio unos minutos, hasta que se haga almíbar, unos tres minutos. Emborrachar bien los bizcochos de la base con él.
Para hacer la crema ponemos en remojo las hojas de gelatina, montamos la nata bien fría y añadimos el resto de ingredientes, dejamos un pelín de leche condensada para mezclar la gelatina.
Procederemos de este modo: en un cazo caliente ponemos las hojas de gelatina remojadas y escurridas, levantando un poco el cazo del fuego dejamos que se disuelvan con el calor, añadimos el poquito de leche reservada para enfriarla y mezclamos con el resto, con movimientos suaves. Ponemos esta crema en los vasitos y metemos en la nevera una hora por lo menos.
Ahora hacemos la cobertura de yema: ponemos el azúcar y el agua para realizar un almíbar de hilo, es decir que cuando levantes la cuchara y lo dejes caer no caiga en gotas si no en hilo. mas bien grueso. Disolver en ese líquido la hoja de gelatina remojada. Batimos las yemas y añadimos el almíbar después de templarse un poco, pero caliente, sin dejar de batir con varillas.
Ponemos una fina capa de yema en cada vasito y cuando vayamos a servirlos espolvoreamos con un poco de azúcar glass o normal, para quemarla con un soplete.
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